Me canse de escucharte,
siempre dices lo mismo.
Llorándote tu cuerpo,
midiéndote tu grito.
Reviéntate esa cascara
que te anuda la vida,
echa tu vos al viento,
recoge una semilla.
Si lejos del carozo no habrá vida,
calza un gajo de orgullo,
escúpeme si puedes tu saliva.
El canto se te muere en los labios.
pareces una herida.
viernes, 27 de abril de 2007
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