UNO MAS, SIMPLEMENTE
Un tajo sin sentido
le taló la palabra.
Una boca de sangre
a golpes, vomitaba.
El signo de su brazo
cerraba una jornada:
el filo por el suelo
otro signo buscaba.
Tristeza en un boliche
rayaba palabras,
-LA CAMA CON SUDORES
Y LA MUJER LLORADA--.
Hacheros que venían
a conocer su cara,
se quitaban la gorra
para borrar las lágrimas.
Era uno mas que había,
uno mas que hachaba
el corazón del árbol
hasta hacharse la cara.
viernes, 27 de abril de 2007
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